lunes, 9 de febrero de 2015

Cómo se hace una bóveda

Hoy cambio de tema por otra de mis pasiones, el patrimonio. Hoy hablo de cómo se construían las bóvedas de crucería en la antigüedad.. Esta entrada se basa en un pequeño trabajo que hice en 2007 dentro del Máster Universitario en Conservación del Patrimonio Arquitectónico. La entrada parece larga, pero es que está llena de dibujos que hice para explicar el proceso constructivo :)

Galería de bóveda de crucería
Galería de bóveda de crucería


La bóveda de crucería

La bóveda de crucería es una construcción típica del estilo gótico. Seguramente la habremos visto en muchas catedrales e iglesias. Algunas bóvedas son muy sencillas. Otras son más complejas. Pero todas se basan en el mismo principio estructural: una estructura de nervios y una plementería recubriendo el espacio entre los nervios.

Boveda de crucería (bóveda nervada)
Bóveda de crucería (bóveda nervada)

La ventaja de estas bóvedas es que son muy ligeras y que las fuerzas estructurales "van" por los nervios, y de ahí bajan a los pilares (de esta forma se pueden hacer por ejemplo grandes vidrieras entre la estructura). La desventaja es que hay que saber geometría para poder diseñarlas y luego poder tallarlas. ¿cómo lo hacían en el siglo XII?

La construcción geométrica

Una de las formas más fáciles de dibujar una bóveda es dibujar su geometría en el propio suelo donde luego se construirá.Vamos a partir de una bóveda de planta cuadrada. Lo primero es dibujar la proyección de la bóveda y sus nervios en el suelo.

proyección de bóveda de cruecería en planta
Proyección de bóveda de cruecería en planta

Ahora hay que dibujar los arcos que se cruzan en el centro de la bóveda. La arquitectura gótica se reconoce fácilmente por los arcos apuntados, en pico. Pero aunque cueste verlos, en esta construcción tan típico del gótico hay arcos que son medio círculo. Para ello se coge un compás y se llevan los puntos hasta una línea recta. Y entre los puntos A y B se dibuja un arco de medio punto (arco semicircular) con centro en C1. Esta operación también nos sirve para sacar el otro arco que se cruza. Puesto que tiene la misma geometría. 

Traza del arco central de medio punto
Traza del arco central de medio punto
Ahora hay que hallar los otros arcos que tiene la bóveda. Estos ya son arcos de apuntados. Y aunque en este caso tienen igual geometría, reciben dos nombres distintos en función de donde se encuentren.

Las bóvedas de crucería se repiten a lo largo de un eje para poder cerrar un espacio longitudinal. El arco formero se sitúa paralelo al eje. Y arco fajón en perpendicular al eje, entre una bóveda de crucería y la siguiente. Lo veremos más claro al final.

Traza del arco formero y fajón.
Traza del arco formero y fajón.

Para hallar este arco apuntado hay que hacer varias operaciones. Sabemos que uno de sus extremos es A. El otro extremo es D. Lo colocamos a la misma altura que el arco de medio punto. Pero hay que desplazarlo para que coincida con el centro de lado del cuadrado. Tendiendo A y D se saca el centro C2 con una sencilla operación geométrica. Y desde C2 se traza el arco que une AD. Si repetimos esta operación por el otro lado podemos obtener el otro lado del arco. Y como ya hemos dicho, en este caso los cuatro arcos que se rodean la bóveda de crucería son todos iguales.

Las dovelas de los arcos

Una vez que tenemos los arcos, lo que hay que hacer es dividirlo en un número impar de dovelas (piezas que forman los arcos). De esta forma siempre tendremos una pieza en el centro. Esta pieza es muy importante, tanto que ya no se llama dovela sino que se denomina clave.

Una posible división para los arcos de medio punto sería la siguiente. Siete piezas dibujadas desde el centro del arco.

Dovelas del arco de medio punto
Dovelas del arco de medio punto

Y una posible división para los arcos formeros y fajones sería la siguiente. Siete piezas también pero en este caso dibujándolas desde los centros de cada trozo de arco.

Dovelas del arco de arco formero y fajón
Dovelas del arco de arco formero y fajón

El baibel

Bueno, llegados a este punto ya tenemos la geometría de los arcos y de todas sus piezas dibujadas. El maestro cantero por experiencia sabe qué grosor debe tener cada pieza. Ahora queda construir una pequeña herramienta que nos servirá de ayuda para tallar las piezas.

Para tallar las piezas se creaba una herramienta llamada bailbel. El baibel es una escuadra peculiar. Tiene un brazo con un lado curvo, esa curvatura es la que tiene la forma del arco. Y tiene el otro brazo inclinado. Esa inclinación apunta al centro del arco y nos da la longitud de cada pieza.

Baibel
Baibel

Por tanto cada baibel es único. Es decir, con un baibel siempre nos salen las mismas dovelas y los mismos arcos. Si queremos hacer otra geometría hay que cambiar el baibel. Para nuestra bóveda de crucería, con dos arcos de medio punto y cuatro arcos apuntados necesitaríamos al menos dos baibeles diferentes.



El tallado de la piedra

Ya tenemos todos, solo queda tallar y colocar las piezas en su lugar. Para tallar las dovelas primero se parte de una piedra que más o menos tenga las dimensión de la pieza final. Y se va tallando paso a paso.

1. Partimos de una piedra del tamaño aproximado de la dovela final



2. Y empezamos. El lado curvo nos dará el intradós, y el lado inclinado el plano de encuentro entre dovelas.


3. De nuevo usamos el lado inclinado para tallar la otra cabeza.


 4. El baibel puede llevar una marca o pequeño agujero en su lado inclinado que sirve de guía y nos da la altura o canto de la dovela.


5. El Resultado final, la dovela


6. Un único baibel, y todas las piezas que queramos para un mismo tipo de arco.


7.Podemos construir nuestro primer arco a falta de la clave común al otro arco. Esta pieza es más difícil puesto que tiene dos curvaturas.


8. Para sacar la clave común usamos otra técnica, dibujamos en una piedra de proporciones adecuadas la planta de la clave. A menudo la clave lleva una tortera, un elemento que cumple varias funciones: por un lado elimina la zona de encuentro más conflictiva ya que queda dentro de la misma tortera; por otro aumenta el peso de la clave de forma que la hace más estable, y por otro sirve de elemento de decoración cuando se ve desde el suelo.


9. Tallamos el sólido capaz.


10. A continuación no tenemos más usar el baibel para darle la inclincación correcta a las cabezas. Se repite la operación en las 4 caras.



11. Y de nuevo el baibel nos da las curvaturas del intradós y trasdós.


Para los arcos apuntados no tenemos más que repetir el proceso de talla anterior. En este caso, los 4 arcos apuntados no se cruzan en el espacio, por tanto, y las claves están en un mismo plano, más fácil de tallar.


La estructura nervada y la plementería

Ya tenemos tallas todas las piezas de los arcos. Ahora hay que colocarlas en el espacio. La colocación se hacía mediante cimbras. Pero yo sólo mostraré el resultado final en dos pasos.

Primero se colocan todas las piezas para tener la estructura nervada.


Y por fin se rellena el espacio entre nervios mediante plementería.


Y por fin la galería

Y ahora que tenemos una bóveda. ¿qué podemos hacer? Podemos cubrir un espacio centralizado, pero adicionamos una bóveda a continuación de otra, obtenemos una galería.